NO ME IMPORTA SUFRIR CORRIENDO, PERO CORRER CON DOLOR LO ODIO

El sábado me levante con el pie, la fascia y el tobillo inflamados, por lo tanto tenía que seguir tomando anti-inflamatorios, además estuve con mi hermano que me estuve intentando soltar todas las zonas de alrededor, ya que al pisar mal se me iban cargando de una manera más que evidente y por la tarde probe a rodar a ver que tal iba la cosa, teniendo en cuenta que al día siguiente iba a correr la carrera de el día mundial de medio ambiente, llamada Eco-Run.
Hice 11 kilómetros en 50 minutos en los que vi que me molestaba, pero a ese ritmo podría ir, pero rápido si hubiese sido este día imposible.

El domingo me levante y de igual manera me dolía, tenía que intentarlo y si no se podía pues nada.
Calenté 20 minutos muy suaves, digamos que a 6 el kilómetro por decir algo y seguidamente fui a la linea de salida para intentar correr, antes había realizado unas rectas y vi que lo iba a pasar muy mal, nada más dar la salida me intente poner en cabeza y ya por el kilómetro 2 sacaba unos metros de distancia a los perseguidores, pero el dolor que sentía me hizo pasarlo muy mal, cada vez que llegaba una cuesta veía las estrellas y al final únicamente saque 9 segundos al perseguidor, en todo momento lo que intente fue regular el dolor, no el esfuerzo.
Así de esa manera no se disfruta, al acabar me senté en un banco intentando relajarme un rato, ya que el pie me molestaba mucho, intente soltar y lo que hice fue darme un paseo por el parque de 2 kilómetros a 10 minutos el kilómetro.
Por la tarde de nuevo mi hermano, que tiene más paciencia que el santo Job, me volvió a dar un masaje profundo en la fascia del pie y en el tobillo que estaba muy hinchado y por lo menos después de ese masaje, los anti- inflamatorios y el hielo, podía desplazarme, no sin dolor.
Esta semana entre unas cosas y otras solo salen unos 80 kilómetros y buenos son con todo lo ocurrido.